61
Mas amarme vale más que todas las cosas: si bajo las estrellas nocturnas en el desierto pronto quemas el incienso mío ante mí, invocándome con un corazón puro y la llama de la Serpiente allí dentro, has de venir un poco a recostarte en mi seno. Por un beso estarás entonces queriendo darlo todo; más quienquiera dé una partícula polvo perderá todo en esa hora. Recogerán bienes y acopio de mujeres y especias; llevarán joyas preciosas; excederán las naciones de la tierra en esplendor & orgullo; pero siempre en el amor por mí y así vendrán a mi júbilo. En verdad os exhorto a comparecer ante mí en una sola túnica y cubiertos de un tocado fastuoso. ¡Os amo! ¡Os anhelo! Pálida o púrpura, velada o voluptuosa, yo que soy toda placer y púrpura y ebriedad del sentido más recóndito, os deseo. Ponéos las alas y despertad el esplendor enroscado en vosotros: ¡venid a mí!
62
En todos mis encuentros con vosotros la sacerdotisa dirá — y sus ojos arderán con deseo mientras se tiene corita y regocijante en mi templo secreto — ¡Por mí! ¡Por mí! originando la llama de los corazones de todos en su cántico de amor.
63
¡Cantad la arrebatadora canción de amor hacia mí! ¡Quemad perfumes por mí! ¡Llevad joyas por mí! ¡Brindad por mí, pues os amo! ¡Os amo!
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Soy la hija de azules párpados del Poniente; soy la brillantez desnuda del voluptuoso cielo nocturno.